El gobierno mexicano ha intensificado sus esfuerzos diplomáticos para evitar la imposición de aranceles del 25% a las exportaciones hacia Estados Unidos, anunciados por el expresidente Donald Trump y retomados como una posibilidad latente en las actuales negociaciones comerciales. Inicialmente programados para entrar en vigor el 4 de marzo de 2025, estos aranceles han sido pospuestos hasta el 2 de abril, otorgando a ambos países un margen adicional para negociar soluciones que eviten un impacto negativo en sectores clave como la manufactura, la agroindustria y la industria automotriz.
Acciones del Gobierno Mexicano
La presidenta Claudia Sheinbaum ha instruido a su equipo a demostrar avances significativos en áreas de preocupación para Estados Unidos, como la seguridad fronteriza y el combate al narcotráfico. Desde octubre de 2024, México ha capturado a más de 13,000 delincuentes y decomisado grandes cantidades de armas y fentanilo. Además, se han desplegado 10,000 elementos de la Guardia Nacional en la frontera norte para frenar la migración irregular y el tráfico de drogas.
El gobierno también ha acelerado las conversaciones diplomáticas para fortalecer el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) y evitar que estas medidas proteccionistas perjudiquen la relación comercial. La Secretaría de Economía, en conjunto con la Cancillería, está evaluando estrategias legales dentro del tratado para contrarrestar cualquier acción unilateral de Washington.
Negociaciones en Curso
El secretario de Economía, Marcelo Ebrard, ha mantenido reuniones constantes con su homólogo estadounidense, el secretario de Comercio Howard Lutnick, con el fin de abordar las preocupaciones comerciales y demostrar los esfuerzos de México en áreas clave para evitar la aplicación de tarifas. Estas negociaciones han incluido la revisión de mecanismos de cooperación bilateral, donde México se ha comprometido a reforzar el control aduanero y combatir el comercio ilegal de productos.
A su vez, diversas cámaras empresariales y el sector privado mexicano han intensificado su cabildeo en Washington para exponer los perjuicios que estas medidas tendrían sobre la economía estadounidense, particularmente en la industria automotriz y manufacturera, altamente interconectadas con México.
Posibles Repercusiones
De no alcanzarse un acuerdo antes del 2 de abril, las exportaciones mexicanas podrían enfrentar aranceles del 25%, lo que impactaría severamente a la economía nacional. El Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) estima que estos aranceles podrían resultar en pérdidas superiores a 29,000 millones de dólares para México, afectando gravemente a pequeñas y medianas empresas exportadoras.
Expertos en comercio internacional han advertido que esta situación podría detonar un efecto en cadena que reduciría la inversión extranjera en el país y podría afectar la estabilidad del peso frente al dólar, generando una mayor incertidumbre en los mercados financieros.
Próximos Pasos
Las próximas semanas serán cruciales para las relaciones comerciales entre México y Estados Unidos. Mientras ambos gobiernos continúan en conversaciones, el sector empresarial y productivo mexicano se prepara para distintos escenarios, que podrían incluir la aplicación de contramedidas comerciales por parte de México en caso de que los aranceles sean finalmente implementados.
El desenlace de estas negociaciones no solo definirá el rumbo del comercio bilateral, sino también el panorama económico de México en los próximos años. El gobierno de Sheinbaum apuesta a la diplomacia y a la fortaleza de las relaciones comerciales con su principal socio económico para evitar una crisis que podría afectar a millones de trabajadores y exportadores mexicanos.